domingo, 7 de noviembre de 2010

Cuento

El cuento de clase.

Primera parte.


Era ya casi la hora de salir, cuando de repente algo ocurrió entre los pupitres. Unos niños sorprendidos, se apresuraron a la zona en concreto, donde la pequeña Alba había aterrizado, por culpa de la cartera de Fernando.

Alba se quedó inmóvil, tendida en el suelo. Solo se le podía ver que su cara sonreía, e incluso articulaba alguna que otra palabra.

Sus compañeros trataban de comprender lo que ella decía, pero era imposible.

José desistió en su intento y fue a buscar a la profesora, que en ese momento venía de dar clase de inglés a otros compañeros.

Una vez allí, comprendieron que el incidente podía ser grave. Así que nuestra profesora llamó a la mamá de alba, para que la llevase al médico, aunque para ese momento, Alba estaba ya recuperada.


Segunda parte.


Fernando no paraba de pensar en lo que había ocurrido por culpa de su cartera. Era tremendo imaginarse que podía haber hecho daño a Alba por no haber puesto las cosas en su sitio.

Todos querían saber como estaba Alba y que le había dicho el doctor, pero por más que telefoneaban no lograban contactar con su familia, sólo hablaba una vocecilla que decía que su hermana no estaba.

¿Dónde estaría?, nos preguntábamos todos. Y así pasó la tarde del viernes, en la que todos sus compañeros estaban comunicados unos con otros, pensando qué ocurriría.

Al día siguiente, muy de mañana aparecieron ella y su madre en la puerta de casa. Habían pasado la noche en las salas de observación pediátrica del hospital. Alba parecía recuperada del todo.


Tercera parte.


Durante la mañana Blanca me llamó por teléfono para preguntarme sí sabía noticias de Alba.

Yo me sentía preocupado y casi no había pegado ojo. Me preguntaba como estaría Alba y que le había dicho el doctor.

La noche estaba fría, los cristales estaban empañados, unas gotitas se


escurrían hacía abajo .Yo, que no podía dormir, puse mi mirada en el cristal para ver si así me cansaba.

Mi cuarto era oscuro, a pesar de que la persiana estaba abierta y desde mi cama podía ver la luna que se escondía entre las nubes.

Como me estaba poniendo nervioso, fui al baño y mi madre se levantó para ver lo que me pasaba.

Mi madre me aconsejo que volviera pronto a mi cuarto, ya que era muy tarde para estar despierto.


Cuarta parte.


Al día siguiente Fernando se despertó, desayuno e inmediatamente telefoneó a Blanca, para ir a visitar a Alba. Quedaron en la heladería que hay junto a la casa de Alba. Fernando llegó el primero y esperaba impaciente la llegada de Blanca. A los pocos minutos apareció Blanca en el coche de su papá.

Blanca se bajó del coche y Fernando, con un regalo en sus manos, subieron al primer piso y se apresuraron a llamar al timbre.

En el interior de la vivienda se oía pequeños ruidos y la puerta se abrió. Apareció Alba con una sonrisa en la cara al ver a sus compañeros.


Quinta parte.


La madre les dijo que pasaran, por si querían desayunar.

Su madre fue a la churrería y trajo churros.

Cuando llegó a la casa, preparó el chocolate y se pusieron a desayunar. Los churros estaban riquísimos, y nuestras caras estaban llenas de chocolate, parecíamos payasos. Blanca llevaba un vestido rosa con flores. Fernando sin querer, golpeó su vaso que saltó por los aires hasta el vestido de Blanca.

Fernando siempre estaba en medio de los problemas. Alba le regaló un amuleto para tener más fortuna, y poco después se marcharon cada uno a su casa recordando todo lo que había sucedido en 24 horas. ¡Por suerte nada serio !


Alumnos de 5º



No hay comentarios:

Publicar un comentario